Parece que al fin se van esos señores que hacían mucha comida pero nunca llegaron a darnos nada. Nos estaban quitando el lugar de ensayo y ni siquiera nos recompensaban con uno de sus grandiosos pasteles. Aunque en realidad no teníamos muy claro qué tipo de cocina hacían, queríamos nuestra comida...
En resumen, volvemos a tener el salón de actos libre para nosotros. Ya no hay moqueta azul glamurosa, pero estamos nosotros que lo somos más aún.
PD: he descubierto el mundo mágico del cable que conecta el audio de los dispositivos a la sala, y ya podemos escuchar la canción a todo volumen mientras Cinthya canta la letra editada. Vamos a triunfar el día que lo representemos.
Efectivamente. Habéis triunfado. Muchos aplausos, sí, muchos.
ResponderEliminar